Sí,
lo conseguí!! Parecía imposible pero por fin he hecho mi primer
Roscón de Reyes.
La
verdad es que es bastante más fácil de lo que parece y lo único
malo es el tiempo que se tarda en podértelo comer, jijiji.
Tuve
un ligero problemilla con el último levado porque al principio la
masa estuvo en una habitación bastante fresca y creo que no subió
lo que debía y se me quedó un pelín apelmazado pero de
sabor......Riquísimo y para ser el primero, me doy con un canto en
los dientes :)
Ingredientes
para dos roscones medianos o uno grande:
Masa
madre:
- 70 gr de leche entera
- 10 gr de levadura fresca de panadería
- 1 cucharadita de azúcar
- 130 gr de harina de fuerza
- 60 gr de leche entera
- 70 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos
- 25 gr de levadura fresca de panadería
- 4 cucharaditas de agua de azahar (un poco al gusto)
- 450 gr de harina de fuerza
- 1 pellizco de sal
- 120 gr de azúcar aromatizados con la ralladura de medio limón y media naranja, sin la parte blanca. La receta original es con azúcar glas pero no tenía :S
Decoración:
- 1 huevo batido
- Azúcar humedecido con unas gotas de agua, como si fuese arena mojada.
- Frutas escarchadas, almendras, etc. Como a mi no me van, mis roscones sólo llevan azúcar.
La
receta es prácticamente la de Webos Fritos con una aportación de
Recetas de Rechupete en cuanto a la cantidad de levadura.
Al
lío: Para preparar la masa madre, calentamos la leche hasta que esté
tibia y en ella disolvemos la levadura. Después mezclamos con el
resto de ingredientes y formamos una bola.
Sumergimos
la bola de masa en un bol con agua templada y la dejamos allí hasta
que flote. No tardará mucho y la utilizaremos en la masa del roscón.
Comenzamos
con la masa del roscón.
Templamos
la leche y disolvemos la levadura.
En
un bol grande, tamizamos la harina e incorporamos los huevos, la
mantequilla, el agua de azahar, el azúcar aromatizado, el pellizco
de sal, la masa madre y la levadura disuelta en la leche. Lo
mezclamos todo bien, con energía! Si tenéis algún cacharro que os
ayude a amasar mejor :)
Una
vez tenemos una masa decente, aceitamos un poco la mesa y las manos
(para que no se nos pegue) y amasamos nuestro roscón hasta que nos
quede una masa elástica y suave. Hacemos una bola con ella y la
dejamos que crezca durante aproximadamente cinco horas metida en un
bol grande aceitado y tapada con papel film.
Yo
la hice el día anterior por la tarde-noche y la dejé toda la noche
en el sitio más fresco de mi casa y al día siguiente estaba
enoooorme. Si lo hacéis en el día, la habitación debe estar
caliente.
Da
un gusto sacarla del bol, tan esponjosa, tan suave.....me encantaaaa!
Ahora,
si queréis hacer dos roscones dividís la masa en dos o podéis
hacer uno grande, y hacemos una bola con cada una de las masas (o la
masa, si sólo es uno). Dejamos reposar unos 10 minutos.
Ya
se va viendo la luz al final del túnel! Vamos a darle forma al
roscón :)
Hay
que introducir los dedos en el centro de la bola y vamos agrandando
el agujero poco a poco, teniendo cuidado de que sea igual de gordo
por todas partes.
Cuando
esté al tamaño deseado, lo ponemos en una bandeja de horno forrada
con papel de horno y lo dejamos reposar durante otras dos horas hasta
que doble su tamaño tapado con un paño. En este momento es
importante que la habitación sea lo más calentita posible.
Para
que no desaparezca el agujero del roscón podéis poner un aro de
emplatar aceitado para que “guarde las formas”.
Una
vez hayan pasado las dos horas o cuando veáis que ha doblado su
tamaño, lo pintamos con el huevo batido y lo decoramos, en este caso
con azúcar humedecida. Hay que tener mucho cuidado de no pinchar el
roscón, que es muy delicado.
Precalentamos
el horno a 200ºC arriba y abajo y lo horneamos durante
aproximadamente 15 minutos (depende del horno y del tamaño del
roscón). Los últimos 10 minutos bajamos la temperatura del horno a
180ªC y si vemos que se nos tuesta le ponemos papel de aluminio
encima.
Ya
sólo queda que se enfríe sobre una rejilla y A COMER!!
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