PASTEIS DE BELÉM

Lo prometido es deuda, bueno mejor dicho, mi Dulce Romeo no me ha dejado de insistir hasta que he hecho estos Pasteis de Belém.....le teníais que haber visto la cara que puso al llegar del trabajo y ver lo que estaba haciendo, jajajaja. 
Con deciros que cuando salieron del horno me dijo: “Esto no sale de casa” así que, nadie los ha podido probar :)

Ingredientes pasa 12 pastelitos:

• 2 rollos de hojaldre
• 500 gr de nata líquida para postres
• 60 gr de leche
• 170 gr de azúcar
• 6 yemas de huevo
• 1 cucharada de levadura (tipo Royal)
• 2 cucharadas de Maizena

La receta es del blog Sueños de Amor y Canela.

La verdad es que lo único que verdaderamente hay que hacer es preparar la crema. A mi me daba un poco de miedito porque no había hecho antes una pero no ha sido tan difícil, eso sí, algo que a mí me hubiese gustado saber es que si te pasas de temperatura (o de batir, no lo sé muy bien), se te corta, se le empieza a salir la grasa de la nata (o algo así), pero tranquilos que se puede arreglar (Modo experiencia propia ON).

En fin, al lío que me enrollo :)

En un vaso, disolvemos la Maizena en la leche y reservamos. Mientras, en un cazo, echamos la nata, las yemas y el azúcar y no dejamos de remover con unas varillas. Cuando veamos que va a empezar a hervir, añadimos la leche con la Maizena y seguimos removiendo con la varillas. Veréis que poco a poco vamos consiguiendo nuestra crema. En este punto es dónde hay que tener cuidado porque si el fuego está muy fuerte, ya está el lío, sin contar de que se quema enseguida por el fondo, así que ojito.

Si os pasa lo que a mí, le podéis agregar un poco más de leche fría y removéis. La mía por lo menos se arregló y estaba muy rica...

Dejamos apartada la crema tranquilita en el cazo, que se vaya enfriando un poco.

Mientras, engrasamos un molde para 12 cupcakes y cortamos el hojaldre en círculos que sean lo bastante grandes como para forrar el interior del molde. A continuación, rellenamos los hojaldres con la crema, que da justo para los 12 pastelitos y los metemos al horno, previamente precalentado, durante 15 minutos a unos 180ºC.

Se dejan enfriar en una rejilla y a zampar se ha dicho :)

P.D. Los míos, no se doraron, pero creo que es por culpa del horno, que ya está en las últimas....